Para un diseño web profesional está claro que, lo mejor, es contratar a un diseñador web que lo haga por ti. Te estarás quitando horas de trabajo y aprendizaje que podrás invertirlas en escribir.
Pero la realidad del asunto es que no siempre se tiene el dinero para invertir en ese profesional y que la primera página web de escritor que tengas, te la harás tú mismo. Y, teniéndolo en mente, hoy te traigo 7 consejos para una web de escritor profesional.
Trabaja siempre con WordPress
Ya te lo he dicho otras veces, pero lo repito por si acaso: diseña tu página web de escritor en WordPress. Es uno de los CMS (sistema de gestión de contenidos) más seguros y usados en el mundo.
Lo bueno de WordPress es que tiene varios niveles de usuario y podrás crear tu primera página web incluso aunque no tengas ni idea de diseño web (para eso ya estoy yo aquí, con este blog y con el canal de YouTube). Aunque tiene una pequeña curva de aprendizaje, WordPress es más sencillo de comprender y utilizar de lo que parece.
Instalarlo no te llevará más que unos pocos minutos, da igual si quieres hacerlo de forma manual o no. También podrás trabajar con temas y plugins que te harán la vida muchísimo más fácil.
Y, si todavía te quedan dudas de por qué deberías apostar por tu propio dominio para tener tu casita virtual, te invito a que leas este otro artículo de aquí.
7 consejos para un diseño web profesional
Querer hacer tú mismo tu primera página web no te exime de hacer un diseño web profesional. Como ya te he dicho más arriba, el consejo de hacer la web con WordPress lo voy a dejar fuera. Doy por hecho que trabajarás con él.
Aquí abajo te traigo una lista con 7 consejos que te ayudarán a que tu diseño web sea profesional.
1. Utiliza un buen tema
Da igual que sea gratuito o de pago. Los temas más usados, sea de una manera o de otra, lo son por algo. Busca información sobre buenos temas y, cuando veas uno que se repite varias veces, ve a por él. Una buena opción gratuita es, por ejemplo, el tema Astra (que también tiene una versión de pago). De otros dos temas gratuitos y de qué es un buen tema te hablo en este artículo del blog.
Da igual por el que te decidas, vas a tener que practicar un poco con él antes de ponerte manos a la obra. Asegúrate, además, de que funciona bien con Gutenberg y con Elementor para hacerte así la vida un poco más fácil.
2. Crea una estructura web lógica y sencilla
Antes de ponerte al lío, te recomiendo que te sientes y hagas un boceto a mano sobre lo que quieres con tu web. Cuando te dedicas a esto, llega un momento en el que ya no lo vas a necesitar, pero al principio siempre ayuda a aclarar ideas. Escribe en un folio qué páginas quieres tener en la navegación y haz un esquema sobre cómo ha de verse tu página. No tiene que ser nada complicado ni muy detallado, solo un boceto donde pongas en qué posición irá texto, en qué otra imagen, dónde pondrás un Call-To-Action y demás.
Una navegación lógica ha de ser también sencilla. Intenta evitar las terceras capas de la navegación principal. Tampoco metas páginas como el aviso legal o la política de cookies en la cabecera de tu sitio. Para las páginas legales utiliza siempre el pie de página y asegúrate de que estén en cada página de tu web visibles.
Si quieres saber cuáles son las páginas imprescindibles en tu web, no dudes en leer este artículo de aquí.
3. Ten una navegación con menos de 7 puntos
Tener 7 elementos en una navegación principal es lo máximo permitido. Es más, si pudieras tener 5, mejor que mejor. De esta forma la estructura de tu web en lo que a páginas se refiere queda clara y sencilla. Si quieres que otro tipo de información sea más fácil de encontrar, mete una segunda capa de navegación (las llamadas sub-páginas). Por ejemplo: tu estructura contiene un punto que es “mis libros” y en ella metes los títulos de estos para que solo aparezcan cuando el usuario pasa sobre ese punto de la navegación con el cursor.
La información más importante tiene que estar bien visible, pero no intentes que todo sea importante. Prioriza lo que quieres que el usuario vea y visite y crea la estructura de forma que lo lleves de la mano por todo el recorrido. Mientras más sencillo sea navegar por tu web, más tiempo se quedará el usuario y si tu contenido es bueno e interesante, mucho mejor.
4. Intercala golpes de color para no cansar la vista
Las páginas sencillas y claras siempre funcionan bien, no te lo voy a negar. Pero recuerda que tu página web debería de tener un Call-To-Action que le diga al usuario que la visita qué hacer. Un CTA es una llamada a la acción, algo importante, algo que quien visite tu página debería de hacer. Es por ello por lo que debe de resaltar del resto de la página. En este caso puedes trabajar con imágenes de fondo o golpes de color, para que salte directo a la vista que es un contenido diferente, algo que ha de llamar la atención.
No abuses de estos cambios de color, úsalos con cabeza y solo para cosas importantes. Intercalándolos entre la información también ayudarás a que la vista del lector descanse entre los párrafos y pueda seguir leyendo (o escaneando) con atención.
5. Habla bien sobre ti y muéstrate
Los expertos dicen que la página «sobre mí» es la más visitada de tu web. Puede que en tu caso no sea así, pero sea de una forma o de otra debes acostumbrarte a hablar bien de ti y a no restarle importancia a lo que haces. Quieres que tus potenciales lectores te den una oportunidad y lean tus libros, ¿no? Entonces no te quites méritos.
Además de eso, no olvides poner al menos una foto tuya sonriente para generar confianza. Y que no te de vergüenza hablar de ti, para eso tienes esta página.
Esta es una decisión personal, pero desde hace tiempo me gustan las páginas que tienen una versión más larga y otra más corta de la historia. Así, quien visite tu página puede decidir si tiene más o menos curiosidad y decidir cuál leer.
6. Controla los textos
Lee muy bien los textos de tu web y, a ser posible, deja que alguien más los lea antes de mostrársela al mundo. Ya sabes que cuatro (o seis) ojos ven más que dos. También te aconsejo que nunca escribas los textos directamente en la web. Crea un documento de Word y sé consecuente con él: escribe ahí los textos y guarda siempre los cambios que hagas. De esta forma siempre los tendrás actualizados incluso si luego ocurriese algo con tu web y se perdiesen los datos. Mejor prevenir, que curar. Y esto te lo digo por la experiencia de haber perdido muchos buenos textos en webs a lo largo de los años.
Eres escritor, así que tampoco quieres que se te cuelen faltas de ortografía garrafales. Incluso aunque ya hayas dejado que otras personas lean el texto completo, déjala descansar un par de días y vuelve a darle una ojeada. Sí, sé que cuando has terminado tu primera página web lo que quieres es lanzarla al mundo para que reciba visitas. Pero créeme, este consejo hace maravillas.
7. Prueba que todo funciona correctamente
Una cosa que suele olvidarse muchas veces es ver si todo funciona en orden. Y con todo, me refiero a TODO. Si los botones están enlazados de forma correcta, si las imágenes funcionan, si la página se ve bien en cualquier dispositivo y si los formularios que tengas funcionan bien. Uno de los problemas que más a menudo encuentro es que los formularios de suscripción a las newsletter no funcionan como deberían, por poner un ejemplo.
Algo así puede hacer que el visitante pierda la motivación inicial y no se suscriba a tu newsletter. O que abandone la página sin hacer lo que tenía en un primer momento en mente. Eso es negativo para tu página, pero también para ti. Así que asegúrate de dejar que otras personas prueben cada rincón de tu web y, si tienes amigos en el extranjero, pídeles también el favor.
Conclusión
Como has podido ver, los consejos que te he traído hoy son bastante básicos, pero muy importantes. No dudes en dejarme un comentario más abajo con otros consejos que tú le darías a quien esté creando su primera página web y que te hubiese gustado que te diesen a ti en su momento.
Y si tienes algún tipo de duda con respecto a tu propia página web, también puedes dejarlo más abajo o escribirme un correo a hola@maryltorres.com para echarle un ojo juntos.