En la batalla landing page vs página web hay que dejar una cosa bien clara: ambas no se diferencian la una de la otra tanto como crees.
Son dos términos relativamente genéricos que, igual, es necesario conocer. La semana pasada te hablé sobre crear una landing page en WordPress. En ese artículo te conté lo que es una landing y algunas cositas importantes para crear una.
Pero, a ver: ¿cuál es la diferencia entre una landing page y una página web? ¿Es tan fácil diferenciar la una de la otra?
Como te dije antes, ya la semana pasada te hablé por primera vez sobre una landing page y para qué puedes utilizarla. El nombre «landing page» no significa otra cosa que página de aterrizaje.
Entre una landing y una página web hay algunas diferencias, aunque deberíamos de ir poco a poco porque puede resultar algo lioso.
Lo primero y principal: el término «página web» es el genérico, el que engloba todo lo demás, por así decirlo. El término «landing page» significa página de aterrizaje y suele crearse para presentarle a tu cliente potencial un servicio, producto o lead magnet de una forma que no haya distracciones a la vista.
Una página web tiene una navegación principal bien definida en la cabecera que ayudará a quien la visite a ir de un lugar a otro. Una landing page, sin embargo, se concentra en ese producto o servicio concreto e intenta dar la mayor cantidad de información sobre este sin que quien la visite tenga la opción fácil de salir de ahí.
Te voy a poner un ejemplo con mi propia web. A continuación, te dejo un pantallazo de la página de inicio. Como puedes ver, arriba a la derecha encuentras una navegación que te ayudará a desplazarte por los distintos puntos de la página para que obtengas la información que necesites. Como ves, además, no obtienes toda la información en una sola página, sino que vas a ir desplazándote por ella, saltando de una a otra.
Si, por ejemplo, visitas la página de alguno de mis libros, te darás cuenta de que es diferente. No hay una navegación a la vista y la página está construida para darte toda la información que puedas necesitar sobre el libro en sí sin tener que salir de ella.
Como siempre te digo: lo mejor es lo que necesites tanto tú, como tu web. A pesar de que una landing page podría parecer una muy buena opción para comenzar, yo te recomendaría crearte una página web completa.
¿Por qué te lo recomiendo? Primero de todo, porque más adelante querrás ampliar tu contenido. Irás publicando más libros, puede incluso que quieras tener un blog o comiences a dar servicios. Y, si comienzas con una landing, al poco tiempo vas a tener que adaptar todo el contenido a una web completa con todas sus páginas.
Por supuesto, esto es solo una recomendación. Si crees que en los próximos dos a cinco años no vas a necesitar más que algunas cosas, entonces puedes crear una landing page de inicio para presentarte como escritora y mostrar lo que más te interesa de tu carrera (como la información sobre ti y tus libros).
Si vas a ofrecer servicios más adelante, te recomiendo que mantengas el término landing page bien en mente. Como te expliqué la semana pasada, son muy buenas para mostrar productos o servicios, presentarlos con calma, hablar sobre ellos y mostrarlos y, al final, ofrecer una opción de compra.
Aunque hay diferentes tipos de landing pages, una de las más comunes es la página de venta.
Ahí puedes mostrar todo lo que quieras y necesites sobre tu producto o servicio y luego llamar a la acción para que quien la visite, lo adquiera.
Dado que tú eres escritora y tus productos son tus libros, creo que es una opción muy interesante para presentarlos. En una página de aterrizaje puedes añadir toda la información extra que generes alrededor de la historia: merchandising, ilustraciones de personajes, relatos extra, listas de reproducción, ofertas especiales, reseñas buenísimas… ¡y todo lo que se te ocurra!
Como ves, nadie puede decirte que hagas esto o aquello. En la batalla landing page vs página web siempre tendrás la última palabra. El diseño web es apasionante y lo mejor de todo es poder crear tu página a tu imagen y semejanza.
Con una landing page tienes la oportunidad de mostrarle al mundo tu producto o servicio de forma apetitosa.
Por supuesto, siempre puedes poner el enlace directo a tu libro en Amazon y que quien te visite lea allí la información y decida si quiere o no comprarlo. Pero puede que, en algunas ocasiones, esa persona todavía esté un poco fría y se marche sin adquirirlo. Al tener la posibilidad de añadir tanta información a una landing page estarás despertando la curiosidad y, a lo mejor, las ganas de esa persona de saltar a Amazon y comprarlo.
En este caso me he centrado un poco más en darte algunas pautas y, sobre todo, ideas sobre qué puedes hacer tú como escritora con una landing page. Pero lo más importante es que hagas pruebas y aprendas cómo diseñar una trasteando tú misma con tu tema y editor visual. ¡Ya verás que no tiene desperdicio!
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