La cara que muestras a través de la pantalla no es lo único que debería de preocuparte sobre cómo presentarte en internet. Hay muchos otros factores que también cuentan y que son importantes. Hace unas semanas, por ejemplo, tuvimos la primera parte de esta trilogía de artículos: Creando tu marca de escritora I – El logotipo.
Hoy te hablo un poco sobre cómo presentarte en internet y qué deberías tener en cuenta (a grandes rasgos). Lo hago antes de lanzarnos con el tema que más nos importa aquí y que trataremos en unas semanas: Creando tu marca de escritora III – Crear una página web profesional.
¿Tengo que estar en el mundo online a toda costa?
Reconozco que la respuesta a esta pregunta es un tanto complicada.
Sí y no.
Como diseñadora web me atrevería a decirte que, si no estás en el mundo online hoy en día no eres nadie. En cuestión de segundos puedes saber qué hace una empresa por la que tengas interés. Y de esa misma forma funciona el querer saber más sobre una persona.
¿Has probado alguna vez a buscar tu nombre en Google?
En el libro Impostoras y estupendas, de Neus Arqués* hay un apartado que trata sobre este tema y sobre cada cuánto deberíamos hacerlo.
Hoy en día son cada vez menos las autoras que alcanzan el éxito y que no tienen presencia en las redes o ninguna página web. Las hay, pero son muy pocas.
Hace no mucho tiempo escuché a Virginia Feito (en el pódcast de Ana González Duque) decir que ella no tenía presencia en las redes. Las razones de su éxito son tan individuales como las de otros autores, pero la cuestión es que, aunque tiene una página web, esta es muy austera. Y no tiene presencia en las redes sociales.
Por lo tanto: no, no tienes que tener presencia en el mundo online. Pero sí que sería recomendable.
Elige las plataformas donde esté tu lector potencial
No tiene sentido estar publicando en cada una de las plataformas o redes sociales que existen al mismo tiempo. O, peor, publicar mucho durante poco tiempo en cada una de ellas. Las redes sociales, al igual que tu blog, han de ser alimentados con consciencia.
Pero una cosa está clara: debes de localizar las plataformas donde se mueva tu lector potencial y unirte a ellas.
Está claro que tus lectores se moverán por lugares diferentes dependiendo de lo que lean o de la edad que tengan. No podrás llegar a los mismos lectores en Facebook que en TikTok, por ejemplo.
Así que lo primero que deberías hacer es una lista con las plataformas más importantes que existen (o que conoces) e investigar un poco sobre qué tipo de público tienen. Una vez hecho esto, reflexiona sobre si podrías o no encontrar a lectores potenciales en cada una de ellas.
Si escribes novela juvenil puede que tu público se encuentre más en TikTok. Sin embargo, si escribes novela romántica adulta, puede que debas moverte más por Instagram.
No quieras publicar en cada una de las redes sociales porque tendrás que llevar un calendario editorial para cada una de ellas y eso se traduce en un montón de trabajo. Además, si lo único que quieres es tener una cuenta para anunciar la publicación de tu próximo libro, entonces mejor que ni te lo plantees.
Recuerda ofrecerle a tu público contenido de calidad que les aporte algo a su día a día.
No te olvides de tu casa virtual
Si empiezas la casa por el tejado, ya tendrás cuentas en todas las redes sociales, pero te habrás olvidado de tu propia página web.
Por el contrario, ya te habrás hecho con un dominio propio con tu nombre y, al menos, habrás hechos tus primeros pinitos para diseñar tu página web de escritora.
Reconozco que yo fui de las primeras. Básicamente, por pereza. Pero, ahora que le he pillado el buen truco al blog y mi planificación me funciona con mi vida actual, mi casa virtual es lo primero que quiero mantener decente.
Porque, no lo olvides, tu página web de escritora y el blog son tu tarjeta de visita.
Las redes se caen, dejan de funcionar, te cambian unas funcionalidades por otras y siempre tienes que estar peleándote con el algoritmo.
En tu página web, tú eres la que manda y tus lectores te visitan porque les gusta tu contenido.
Por eso, lo primero que deberías de tener a punto sería tu página web. Si no es así, no tienes que agobiarte. En unas semanas estaremos viendo con detalle cómo comenzar tu página web de escritora tú misma y qué son los puntos más importantes a tener en cuenta.
Prioriza las plataformas y decide qué es lo importante
Ya hemos visto antes que no en todas las plataformas está tu lector potencial. Por eso deberías investigar, analizar y priorizar.
También te he dicho antes que no deberías de tener cuenta en todas las redes porque cada una tendría su calendario editorial y eso sería un montón de trabajo, ¿lo recuerdas?
Puedes tener una red social principal y otras dos que funcionen en modo automático, por ejemplo. Con Metricool podrías hacer uso de las autolistas para publicar en Facebook y Twitter en caso de que decidas concentrarte en Instagram para crear el contenido.
¿Por qué te digo que debes tener un calendario editorial? Al igual que en tu blog, a través de las redes tendrás que ofrecer a tus seguidores contenido de calidad. Y eso significa que no deberías de publicar cualquier cosa de forma desordenada.
Daré por hecho que sabes muy bien lo que escribes y cuál es tu lector. Que has investigado qué redes podrías usar y en cuáles se mueve tu público objetivo. También daré por hecho que sabes qué puedes ofrecer a tu público que sea de interés. Sabiendo todo esto, podrás anotar en tu calendario cuál será el artículo de tu blog de cada semana y las diferentes publicaciones en tus redes.
Trabajando siempre por adelantado te ahorras, además, el no tener tiempo en una mala semana para escribir o programar el contenido. No le restes importancia al calendario editorial porque podría sacarte de más de un apuro.
Y, por supuesto, no olvides anotar en este calendario los lanzamientos de tus libros. De esta manera podrás trabajarlos y planificarlos para que sean lo más exitosos posible.
Qué quieres comunicarle a tu audiencia y cómo lo haces
La comunicación que tienes con tu público es un aspecto importante de tu marca y pertenece también al branding. Cómo le hablarás, qué y cómo lo dirás.
¿Confías en personas (marcas) que saludan a su público cada día de una manera diferente? A mí me dan un poco de desconfianza, la verdad.
Comenzando tus publicaciones en redes con el mismo saludo estarás creando un reconocimiento automático, además. Y, cada vez que tu lector lea ese saludo sabrá quién es, aunque se le haya pasado mirar el nombre de la cuenta. O pensará en ti cuando lea uno similar en otra cuenta.
En el cómo te comunicas con tu audiencia también podríamos englobar el hacerlo de una forma más o menos formal e incluso tu propia vestimenta.
Todo esto puede estar dándote un poco de pereza, pero tú quieres ser una escritora emprendedora y hacer de escribir tu profesión, ¿cierto? Entonces tienes que comenzar a mirarte como una empresa unipersonal. Y una empresa debería respetar su branding y a su público sobre todas las cosas.
Y recuerda siempre que menos, es más
El contenido que se debería de publicar en Instagram para que el algoritmo te tenga en cuenta es una locura. Por eso, no olvides que tener presencia online está bien, pero que no tienes que volverte loca.
Lo más importante de todo debería ser tu casita virtual, tu blog y tu página web (y tu lista de suscriptores, por supuesto). Ese es el primer lugar donde deberás de traer contenido de calidad de forma regular.
No te agobies por tener que publicar tres reels cada día de la semana en Instagram. O por tener que bailar la última tendencia del momento.
Márcate un calendario editorial que te permita crear contenido de forma constante pero que sea realista con el resto de tus responsabilidades. Publicando 3 veces a la semana en una red social también estás presente.
Así no permitirás que hacer el último baile de moda te quite el tiempo que necesitas para dedicarle a tu blog. O, peor, que te quite el tiempo para escribir.
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