Miro en retrospectiva mi 2019 y te cuento mis planes para el 2020

Miro en retrospectiva mi 2019 y te cuento mis planes para el 2020

Bien podría haber hecho un hilo más o menos largo sobre este tema en Twitter. Podría haber publicado una foto bonita con algunas palabras sobre lo que voy a contarte por Instagram. Pero, por algún motivo que desconozco, quiero que este sea mi primer post del año 2020 y que tenga que ver con mi 2019. Quiero regresar a mi blog con este artículo que supongo, no será demasiado largo y quiero dejarlo aquí todo presente para recordarme por qué decidí abrir un blog y por qué no he de dejarlo abandonado.

Este artículo será, en lo personal, una ayuda psíquica y espiritual y un resumen de todo lo que he conseguido este año y de lo que no. Voy a empezar contándote que, para mí, 2019 ha sido uno de mis peores años desde hace mucho tiempo y he de atribuírselo a mi estado mental. He tenido que luchar con muchas cosas y, aunque estuviera pasando algo que sabía que estaba siendo bueno, era incapaz de disfrutarlo y ver solo el lado positivo. Como escritora, el año ha sido bastante bueno, como diseñadora, ha mejorado algo hacia el final, aunque haciendo el balance, ha sido más bien mediocre. Como persona ha sido desastroso, no voy a mentirte.

Pero no pasa nada. Porque todos tenemos años buenos y otros menos buenos. Y lo mejor que podemos hacer en estos casos es detenernos un poco, recapitular, hacer un balance sincero y analizar bien cómo continuar.

 

Analizo mis logros del 2019

¿Qué he escrito? ¿Qué he publicado? ¿Cuáles han sido mis proyectos? ¿Qué he dejado en el tintero?

Muchas preguntas para las que no tengo respuestas concretas. Para empezar, he escrito relatos, aunque no me he adentrado en ninguna novela completa que abarcara varios meses. Este año incluso me decidí a no hacer el NaNoWriMo porque me sentía incapaz de escribir cualquier historia larga y quise evitar el agobio y la presión, el sentimiento de fracaso.

A pesar de ello, he publicado dos relatos en dos antologías diferentes e igualmente maravillosas (junto a otros escritores de 100, además): La matanza del cerdo, publicada por Onyx Editorial con mi relato El linaje de la sangre y De matar también se sale, publicada por la editorial Amanecer, con mi relato El precio de la libertad. Algunos diréis que haber publicado dos relatos en antologías no es ningún logro. Pero déjame decirte, querido lector, que cualquier paso, por diminuto que sea, conseguido en tu carrera como escritor sí es un logro. Y tienes el derecho de festejarlo y de disfrutarlo.

También publiqué mi novela corta Rosa Invernal, con LC Ediciones, aunque he de confesar que la experiencia fue más bien agridulce y de esto hablaré más adelante, en otro artículo. Sea como sea, también fue un logro que se añade a mi carrera.

Como escritora y a pesar de que muchos de mis planes este año no cuajaran, creo que ha sido exitoso. Lo ha sido y ello me motiva a seguir el año que viene con más fuerza y energía y a seguir luchando por los proyectos que no he conseguido ver publicados este año, a pesar de mis intentos y de mi trabajo.

 

Mis hábitos del 2019

Aquí he de reconocer que he fallado en muchas ocasiones (y sigo fallando). Mi principal objetivo para el año que acaba de marcharse fue ser constante. Ser constante en la escritura y en el deporte y he de confesar que no fui capaz de conseguirlo en ninguno de los dos ámbitos. Pero tampoco pasa nada. A veces se puede más y otras, menos.

A mitades del 2019 comencé a cursar un máster online, poco después de que falleciera mi abuelita. Lo compagino con mi trabajo a tiempo completo que ya de por sí me succiona el alma cada día. Aparte y como muchas otras personas, llevo una vida adulta, un apartamento del que ocuparme con sus tareas, una familia a la que desearía ver mucho más, un novio que es un santo por aguantar todo lo que llevo encima, una carrera como escritora y trabajos puntuales como diseñadora freelance. Y he de decir que la segunda mitad del año he ido cuesta abajo y a toda leche por un campo de espinas.

De la peor de las maneras me di cuenta de que estaba saturada. Me criticaba y me culpaba por ser incapaz de cumplir con mis hábitos de escritura. Me reprochaba ser incapaz de dormir menos para trabajar más y siempre quería invertir más y más tiempo, fuera cual fuese el coste. Al final, todo llevó a un desgaste irreversible. Mi ánimo cayó en picado, comencé a llorar con mucha frecuencia y era incapaz de ver las cosas buenas que hacía. Me peleaba con mi novio por estupideces porque para mí, resultaba ser la forma más fácil de dejar salir mi frustración. Dormía mucho y me costaba horrores salir de la cama.

Estaba agotada. Estaba frustrada y estaba amargada.

Y lo sigo estando, un poco, pero también estoy trabajando en ello. Con todo esto quiero decir que es imposible llevar una vida sana con hábitos sanos si no somos capaces de sernos sinceros y de reconocernos cuando no podemos más, en caso de haber llegado a ese punto.

Mis hábitos del 2019 no han sido del todo sanos y estoy trabajando para dejarlos muy atrás para el año 2020. Y recuerda que, si no eres capaz de seguir adelante con todas tus tareas pendientes y cosas por hacer, echa el freno y descansa. Recupérate y no te dejes desgastar.

 

En 2019 leí Libera tu magia de Elizabeth Gilbert y me trajo consecuencias

Para ir dando poco a poco por finalizado el artículo más egocéntrico que he escrito en este blog (pero que, seamos sinceros, para algo es mío), tengo que remarcar una de las cosas más importantes que me pasó este 2019. Leí el libro Libera tu magia de Elizabeth Gilbert. No quiero decirte que me cambió la vida porque suena a cliché de película barata, pero algo de verdad sí que tiene. Quizás no me cambiara la vida (si así fuera, puede que hubiera abandonado las frías tierras alemanas para irme con mi chico a una isla desierta en medio del océano, a saber), pero sí que cambió un poco mi forma de pensar como escritora y la carrera que llevo y que quiero llevar en este ámbito. Sobre este tema hice un hilo en Twitter con mis reflexiones al respecto y un poco sobre mi conclusión.

Después de leer las palabras de Gilbert comencé a pensar en mi relación con la escritura y en mis hábitos (como he dicho antes, nada sanos) y me di cuenta de que me estaba haciendo daño. Algo que siempre había amado y que siempre había sido una válvula de escape de mi vida cotidiana, me estaba haciendo mucho daño y hundiéndome poco a poco. Había dejado de escribir por amor y lo hacía por obligación, ya no parecía vivir dentro de la historia que estaba escribiendo en ese momento y cada vez que pensaba en escribir me invadía el sentimiento de “uff, ¿tengo que hacerlo en serio?”.

Así que dejé de escribir durante unos meses más. Y pensé. Pensé en mi vida como escritora y lo que quería conseguir. Pensé en lo que me gusta leer fantasía y en lo que me cuesta escribirla. Y pensé que, justo en este momento, lo que más fácil se me hacía escribir era novela romántica o Chick-Lit, con algo (mucho) de drama. Historias desgarradoras. Porque así me sentía yo durante ese tiempo: desgarrada, perdida y sola. Así que me dije que tenía que cambiar el rumbo.

¿Quieres saber cuál fue el resultado? El mero hecho de decirme que ya no tenía que escribir fantasía si no lo deseaba, que no tenía que seguir con esa saga de 9 libros en ese momento, me hizo sentir liberada. Y en una semana ya había comenzado a planear y a escribir una historia cuya idea llevaba acompañándome muchos años (te estoy hablando del #ProyectoTormentas, en caso de que tengas curiosidad, también tengo un hilo abierto en Twitter sobre esta historia). De repente se me había caído un lastre de encima y comencé a disfrutar de escribir.

 

Qué espero de mi año 2020

Para terminar, me gustaría poner aquí en palabras lo que espero de este nuevo año y lo que espero de mí. En primer lugar y sobre todas las cosas me gustaría alcanzar la anhelada paz y tranquilidad física y mental que me ha faltado en 2019. Quiero serme fiel a mí misma y quiero reencontrarme con quien he sido siempre, hacer las paces con mi yo del pasado, perdonarme y seguir adelante con la cabeza alta. Me gustaría dejar de obligarme a hacer cosas porque DEBO hacerlas. Quiero disfrutar de tiempo para mí y, sobre todas las cosas, quiero proponerme menos cosas, pero con mucha más calidad.

  1. Me gustaría escribir el #ProyectoTormentas a lo largo del año.
  2. Desearía encontrar una casa que le brinde amor a mi novela Reina de Maniquíes.
  3. Me gustaría terminar mi máster en diseño editorial y volver a disfrutar de mi profesión.
  4. Deseo aprender a quererme y respetarme a mí misma.
  5. Y por último, deseo pasar más tiempo de calidad conmigo misma, con mis amigos y mi familia porque, seamos sinceros, no todo en la vida es trabajo.

Espero que puedas perdonarme con este artículo que ha resultado ser un bálsamo para mi alma y espero que estés dispuesto a adentrarte conmigo en este nuevo año que comienza. Te prometo que te traeré nuevos artículos útiles sobre escritura y diseño (y permíteme alguna vez que me salga del molde, porque yo también soy humana) y algo de drama sobre mi vida como escritora.

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